Ese podría ser un hermoso título para un hermoso cuento. Las mujeres, las lanas, la creatividad… En todas las culturas las mujeres tejen, hilan y mantienen unido el entramado, el telar de lo familiar, de lo social, de lo intergeneracional. Son mujeres las que avivan el fuego y unen pasado y presente en encuentros y festivales como el que se dio en Tuña el 4 de julio de este año de la mano de la Asociación de Mujeres «Cuarto de la Riera». Un Encuentro Nacional de Hilanderas en el que decidieron sumar aquellas que, como yo, no hilamos o hilamos de otra manera. Por que al fin y al cabo se hila para tejer, para generar un bello producto y yo, lo que hago, es una trama, pero sin hilos, algo que es incluso más arcaico que el mismo arte de hilar.
Historia de lana
Esquilando ovejas xaldas
Estamos en el inicio de un momento de mucha actividad para el tema de la lana. Desde que llegó la primavera no he parado de hacer cosas, porque para lograr poner en valor la lana hacen falta mucha ilusión y que mejor momento que la primavera para sembrar unas cuantas semillas.
Pero vayamos al grano. Estoy preparando algunas sorpresas para más adelante, pero hoy toca hablar de la experiencia de este domingo en Sirviella, en el «V Concurso de Tosquila de Oveja Xalda individual con Tijera». Ya había estado hace dos años y me encantó el ambiente familiar, cálido y cercano que se respiraba allí, sobre todo cuando no conoces a nadie y vas a curiosear. Este año hacía mucho calor. Llegamos temprano, hacia las cuatro y pudimos ver como, poco a poco, se iban acercando los vecinos y como gente de todas las edades y en las que había bastantes niños, se congregaban en el espacio de La Torraya, donde Pepín iba de aquí para allá acabando de organizar las cosas, para que todos pudieran disfrutar de las actividades programadas.
Ese lugar es como un pequeño museo de la xalda, el rebaño de ovejas es precioso, pero además tienen una pequeña casa donde hacer una pequeña inmersión al pasado y ver cómo era el modo de vida de los pastores años atrás.
La primera actividad programada era una demostración de trasquila eléctrica, una buena idea para apreciar aún más el arte de esquilar a las ovejas. El esquilador, un hombre muy paciente y amable, comunicaba gran tranquilidad, algo que ayuda a los animales, cuando se ven atados o escuchan el sonido de la máquina eléctrica. Aquí podéis ver un poco cómo fue
Después de esquilar un par de ovejas animaron al público a participar así que me animé a experimentar la única cosa del proceso de transformación que aún no había hecho.
Como terapeuta me sentí poco confiada a manejar la maquina de esquilar pues no se debe tirar de la lana que se ha cortado para ver por donde seguir y sin conocer la anatomía de la oveja se hace muy difícil no caer una y otra vez en la tentación de ver por dónde continuar. No lo hice mal, pero sí muy lento y al llegar a la zona de las patas dejé que continuara el experto y me dediqué a observar y a acariciar su cabeza para infundirle un poco de ánimo.
Después se animaron otros participantes que lo hicieron muy bien, algunos luego estarían participando del concurso de «tosquila» con tijeras.
La verdad es que se aprende mucho viendo trasquilar las ovejas y escuchando los comentarios de los asistentes. Era interesante ver a dos mujeres, pues en esta parte del proceso de la lana suelen ser siempre hombres, aunque sé que antes no era así pues conocí a una mujer que tenía ovejas y que las trasquilaba ella pues sus manos eran parte del testimonio de esos tiempos.
Escoger la oveja era el primer paso y se sorteaba ese cometido. Por lo visto unas son más fáciles que otras y se fijan en la parte del vientre y en el lomo. Uno por fijarse en el vientre no se dio cuenta de que en general tenía el lomo muy enmarañado y le costó bastante cortar la lana. Además, contabilizaba no solo acabar el primero, sino el hacerlo bien y sin hacerle daño a la oveja.
No me pude quedar hasta el final, pues había que volver a casa pero fue muy emocionante y alentador ver cómo cada año son más las personas que se acercan y ver, con cuanta ilusión y mimo Pepin y los demás participantes hacen que ese espacio se convierta en todo un referente.
Herramientas para trabajar la lana
Me doy cuenta, con el pasar de los días y a la hora de explicar mis necesidades con la transformación de la lana, que no he escrito sobre algo fundamental: las herramientas de trabajo.
En otros países hay toda una cultura sobre los utensilios y herramientas. Observando el panorama llego a dos primeras reflexiones: que los usuarios son artesanos y pequeños productores en su mayoría y que sus fronteras son limitadas. Me explico, el desarrollo de las técnicas de fieltro húmedo o de aguja y el rescate y auge del uso de la rueca, ha hecho que aficionados y pequeños profesionales se interesen por trabajar la lana desde su primer estado, lo que se conoce como lana cruda. Pero, ¿Por dónde empezamos?
Lo primero es siempre probar: se comienza probando si nos gusta la fibra, pensando sobre el tiempo que vamos a dedicar a la transformación de la lana o si solo queremos tener más opciones a la hora de crear colores o texturas. Los cepillos que se usan para los perros, son lo primero de lo que echamos mano a modo de cardadora de mano. Sirve para cardar pequeñas cantidades y para experimentar mezclas de lanas o de colores y nos vendrán bien para determinados momentos. Hay quien para un trabajo concreto quiere abrir bien las fibras de la lana y necesita unas cardas más profesionales. Pero si queremos cardar medio kilo de lana las cardas nos van a pasar factura en muñecas y brazos.
Entonces comenzamos a buscar qué hace la gente cuando quieren manejar grandes cantidades y es entonces cuando llegamos a las cardadoras de tambor. Para cuando queremos cardar medio kilo de lana o más, la cardadora de tambor es imprescindible. Hay unas cuantas marcas en el mercado, aunque si nos ponemos a buscar pronto descubriremos que no son más de diez. Actualmente sigo en el empeño de conseguir alguien que se anima a desarrollarlas en España, pues creo que la demanda va a crecer, si los esfuerzos de los que nos dedicamos a revitalizar la lana dan sus frutos y que los precios que se manejan en el mercado frenan mucho el desarrollo de nuestra creatividad.
Estas cardadoras de tambor hacen un primer peinado de la lana aunque no es como la lana que compramos que, además, están peinadas. Sin embargo, para el trabajo en fieltro o para el hilado, realmente puede servirnos con esta herramienta, obteniendo buenos resultados, pero sin olvidar que la facilidad de maniobrar con ella se reduce un poco, en comparación con la que está peinada y que los resultados pueden ser menos previsibles al principio.
Hay que tener en cuenta que muchas personas quieren la cardadora de tambor solo para hacer mezclas de colores. Así que lo primero que tenemos que pensar es la finalidad que vamos a darle para tomar la decisión más adecuada.
Las herramientas para peinar son fáciles de construir y efectivas si se trata de trabajar con lana comprada, pero si es lana procesada en casa no nos van a servir, a no ser que hagamos un verdadero trabajo de carpintería.
Vamos viendo que el proceso desde que el trasquilador nos da la lana es largo. Puede que el kilo de lana cruda te lo regalen o se venda a un simbólico euro, pero debes estar dispuest@ a tener paciencia y fascinación por ir dando cada paso. Porque tras lavar, secar, abrir, y cardar, llega el momento de crear hilo o un producto en fieltro para obtener ese mundo infinito de posibilidades que nos ofrece este material precioso. Se invierten horas y días en transformarla, pero el resultado engancha, enamora y nos fascina a mucho. Aunque no renuncio a lograr ser más eficiente en cada uno de los procesos, para no renunciar a explorar las mil posibilidades que da cada fibra.
Como veis este apartado de las herramientas da para mucho y queda pendiente para otro día hacer un análisis de las marcas de las cardadoras y enlaces de los lugares dónde las venden, para que no gastéis tanta energía como gasté yo, a la hora de descubrir sus referencias.
Las propiedades de la lana
Hasta ahora, no había tocado un tema muy, muy importante, tan esencial, que resultaba increíble que no le dedicara ese tiempo antes. A continuación, tenéis la información estructurada sobre esas virtudes o propiedades que hacen que cada día aprecie y ame aún más la lana.
Reflexionando sobre el camino
Aunque la andadura de este blog comenzó solo hace unos meses, las experiencias han sido muchas, y tras algunas participaciones en talleres y conferencias sobre las emprendedoras junto con la proximidad del fin de este año, parece inevitable el dedicarle unas líneas a la reflexión y el análisis de lo andado hasta el momento.
Una vida larga, un consumo eficiente
Hoy quiero hablar del consumo eficiente. Actualmente estamos rodeados de productos que se estropean en poco tiempo, lo que se conoce como la obsolescencia programada. El consumidor parece no poder hacer nada ante el hecho de que un ordenador tiene una vida útil muy limitada y que la impresora dejará de funcionar en un plazo establecido previamente por el comerciante. Esto genera residuos. Unos residuos cuyo reaprovechamiento queda lejos de nuestro control y solo podemos confiar en que los puntos limpios hagan bien su trabajo y la cadena funcione realmente.
La lana en la crianza de nuestros hijos
Los productos ecológicos son cada vez más importantes por muchos motivos: ayudamos a dejar un futuro mejor a los que vienen detrás y mejoramos el presente al enseñar desde el ejemplo, cuidan de nuestra salud y son más cálidos al alma.
Cómo lavar la lana
Muchos de nosotros al ver la lana nos preguntamos cómo es el proceso de transformación.
Lo primero es obtener lana, desde aquí os animo a encargarme lana para el año próximo, pues ya sabéis que se tira. Pero no penséis que es suave y algodonosa. Eso viene después. Lo de antes puede convertirse en toda una aventura. Si tenéis suerte y probáis de entrada con un vellón de lana merina, pues la aventura será bastante amable, sobre todo si las ovejas están limpias y cuidadas. Pero cada oveja es un mundo, siendo algunas lanas tupidas y densas, mientras otras tienen el pelo muy corto y con una gran cantidad de lanolina, por lo que tras mucho lavar seguirá pareciéndonos que es grasa.
El camino de la lana: una historia de encuentros
Soy una persona que nunca tuvo mucho contacto con la lana. Podría decir que ninguno.
Cuando me quedé embarazada y aprovechando que tenía tiempo, me puse a buscar por Internet tutoriales sobre tejer y así hice mi primera bufanda. Los colores de la lana me fascinaban, pero nunca me plantee de dónde venía la lana.
El negocio de la lana
Hablar de la lana implica hablar de muchas cosas y este primer artículo creo que abrirá nuevos temas ya que hay muchas preguntas por el camino. La reciente campaña de animanaturalis de denuncia al maltrato que sufren las ovejas australianas me ha llevado a reflexionar sobre el consumo de la lana. Un debate aún poco encendido, pero que cada vez es más visible.