Desde casi los inicios de mi interés por la lana me sentí atraída por el calzado. Digamos que se sumaba la pasión por lo desconocido con la pasión por un sueño no cumplido: hacer mis propios zapatos. Uno puede pensar que antes que el calzado va el textil, pero en este caso los zapatos siempre ejercieron cierta fascinación.

En este tránsito de años de aprendizaje una lo que atesora es humildad y paciencia. Hay que practicar cierta humildad para aceptar que siempre se puede mejorar el resultado. Al principio es casi inevitable enamorarse de lo que se hace por muy mal que nos salga, porque la magia y la fascinación de saber que algo lo has hecho tú no tiene comparación. Paciencia porque el proceso siempre se alarga buscando mejor detalles y porque alcanzar el horizonte a veces parece un imposible.

Pero hablemos del calzado de fieltro. ¿Por qué apuesto por el calzado? frente a la tentación de un calzado barato para salir del paso, tenemos las zapatillas de lana que nos ofrecen total flexibilidad y adaptación al pie. Detengámonos en este punto. ¿Somos conscientes de todas las ventajas que eso supone? Da igual la forma que tenga nuestros dedos o nuestro pie, la lana es capaz de una total adaptación haciendo que nuestro pie se sienta acariciado. Pero sus ventajas no han hecho más que comenzar. A esto le sumamos que siempre nos aporta una temperatura perfecta: si hace mucho calor absorberá el sudor y evitará problemas de hongos, si hace frío los aislará de las temperaturas exteriores con lo que tendremos una sensación de confort continuo. En el caso de Feltai nos gustan las suelas de cuero porque respeta todas estas características, aunque estamos desarrollando nuevos modelos con corcho, menos flexibles pero un poco menos tóxicos con el medio ambiente, algo que nos preocupa siempre. El látex no nos convence por que la lana tiene otra cosa muy interesante y es que nos ayuda a hacer una buena toma a tierra, descargar la energía que acumulamos electro magnética y que causa estrés y mala salud. Por su puesto este es un tema a debatir pero hasta que no avancemos en colaboraciones externas es nuestra mejor opción. Ya hemos experimentado como le sienta a nuestro cuerpo y la gente está muy contenta, si bien hay que seguir mejorando. Por eso vamos añadiendo pequeños cambios en el diseño técnico del calzado para que ese bienestar se prolongo lo máximo en el tiempo.

A continuación os dejo un mosaico de fotos sobre algunos de los muchos modelos que hemos ido vendiendo para que os hagáis una idea. Uno de los grandes descubrimientos a la hora de ver cómo experimentaba mi hijo con sus zapatillas es que para jugar en el parque son perfectas, pues escala con facilidad y le ofrece toda la flexibilidad que un niño con grandes exigencias en sus inquietudes exploratorias pueda necesitar.

Al final conquista por su singular belleza, por su extraordinaria comodidad y por la suma de muchas ventajas que a veces olvidamos pedirles a nuestro calzado, cuando los pies tienen una función tan tan importante en nuestra salud y bienestar.